lunes, 14 de septiembre de 2009

Al enano

Desde el fondo del abismo
Se oye un grito sepulcral;
Llora un niño con su yelmo,
Se esconde del vendaval.

El abraza fuertemente
A su único amigo leal,
El Hierro es vehemente
Lo esconde del vendaval.

Pierde su voz el infante
Es ese mar desleal;
Con su arullo penetrante,
Lo esconde en el vendaval

A lo lejos se hoye hermoso,
De la parca el recital,
Le susurran al precioso,
Le ocultan el vendaval.

Es de metal la cabina,
Le hatan con fuerza un ramal
Que envía la tremolina
Al fondo del vendaval.

El niño muerto despierta,
Es su lamento un caudal,
Que cobija la tormenta
Y que esconde el vendaval.

Se salva con la violencia,
Con el estruendo abismal
Que mata con deferencia
La fuente del vendaval

Gélido asesino, fierro
Angelical!
Protéjelo en el destierro,
Del vendaval!

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